domingo, 27 de marzo de 2016

El ciclo de vida del producto y las oreo

Hoy os voy a escribir sobre un tema no tan desconocido si lo comparamos con las otras entradas: el ciclo de vida del producto. En concreto lo vamos a analizar desde la perspectiva de las galletas Oreo dado que uno de los productos que más está triunfando últimamente en el sector del chocolate es la tableta milka de oro.


Las galletas Oreo nacen en Nueva York en el año 1912 y han sido las galletas más populares desde entonces. Creada y fabricada por Nabisco, existían en su origen dos sabores: merengue de limón y crema. Después de muchos anuncios sobre esta marca, todo el mundo sabe cuál es la mejor forma de disfrutar de unas galletas Oreo: primero la destapas, después la mojas en leche, chupas la crema y por último, te comes la galleta.


Si nos centramos en el ciclo de vida de un producto como la evolución de las ventas de un determinado producto durante el tiempo en el que permanece en el mercado es necesario incluir las siguientes etapas: Descubrimiento y experimentación, lanzamiento, crecimiento e industrilización, madurez y relanzamiento, hipermadurez y obsolescendia o declive.

En la fase de descubrimiento, el producto se está realizando y no ha salido al mercado aún por lo que no existen ventas propiamente dichas. En la fase de lanzamiento el producto entra al mercado siendo las variables del marketing mix vitales en este caso. En la fase de crecimiento los beneficios y la competencia aumentan considerablemente. Sin embargo, en la fase de maduración el crecimiento suele ser mas lento y será necesario conseguir diferenciar el producto respecto de los de la competencia. Por último, el producto puede entrar en fase de relanzamiento si al modificar atributos del producto se consigue aumentar las ventas, en fase de hipermadurez si el ritmo de ventas no varía o en fase de declive si las ventas descienden hasta el punto que se llegue a considerar la eliminación del producto.

Fijándonos en los nombres de cada fase y sin un conocimiento previo de marketing es posible deducir qué ocurre en cada etapa. Oreo, después de haber estado durante muchísimos años en un período de madurez, ahora está en la etapa de relanzamiento. Cada día que pasa es más fácil ver más productos que incluyen oreo. Desde los batidos de oreo en el VIPS hasta la famosa tableta milka de oreo pasando también por el McFlurry de oreo. Por tanto, a las galletas Oreo aún las queda mucho para entrar en una fase de declive.
 Lo importante aquí, a parte de que a las oreo les queda mucho camino por recorrer, es que la duración del ciclo de vida del producto depende del producto concreto y además, dentro de este ciclo cada fase durará más o menos en función del producto también.

Natalia.







domingo, 13 de marzo de 2016

Segmentos emergentes: las nuevas tendencias en el sector turismo

Aunque normalmente nos centramos en conceptos y estrategias en el marketing más desconocidas pero a la vez más arraigadas, este post lo vamos a dedicar a un fenómeno desconocido pero a su vez novedoso: los segmentos emergentes.
 
Recordemos que la segmentación es un proceso consistente en dividir el mercado de un bien o servicio en varios grupos más pequeños e internamente homogéneos con la finalidad de tratarlos de manera comercialmente diferente. Desde los criterios tradicionales de segmentación tales como el sexo, el país o la clase social e ingresos hasta los nuevos criterios como los valores, el ciclo de vida familiar o los estilos de vida, nos quedaremos hoy con los segmentos emergentes.

En los últimos años se ha apreciado un notable crecimiento en el sector turismo. No se trata de una mayor homogeneización del turismo, al contrario, no encontramos el mismo tipo de gente con gustos similares o ideas sobre lo que quieren encontrar en su destino. Todas estas personas ya no forman parte del perfil del turista que se adapta a la oferta del lugar al que se dirige, sino que demandan una atención personalizada para las nuevas circunstancias y necesidades.

En base a esto, podemos encontrar nuevos segmentos de clientes en el sector turismo:
  • DINKYs (Double Income No Kids Yet): Parejas jóvenes, urbanas y de rentas altas que deciden esperar a tener niños o no tenerlos, es decir, dos sueldos sin niños. Dado que se trata de parejas que o posponen la paternidad o escogen no tener niños, disponen de tiempo y dinero para dedicar al ocio. Es destacable su gusto refinado y su menor inclinación por los lugares de turismo familia como la playa en julio.
  • Grupos de mujeres. Son mujeres con un nivel socio-económico medio-alto, apasionadas por viajar, que quieren hacer de cada uno de ellos una experiencia única, buscando conocer la realidad femenina de los destinos poniendo en común con el grupo de mujeres sus experiencias. Su edad media se sitúa en los 45 años.
  • BOBOs (Bohemian Bourgeoise): Élites urbanas con alto poder adquisitivo, comprometidos con el medioambiente y alejados del conservadurismo. Huyen de las etiquetas y se caracterizan por su gusto por las culturas exóticas en su propio entorno.
  • Millennials: Bajo la idea de "no sin mi iPhone", este grupo es la generación "de ahora". Nacidos entre 1980 y mitad de los 90, buscan la rapidez e inmediatez en su mundo interconectado, tecnológico y global. Es muy propio en ellos la demanda de wifi de acceso gratuito y de alta calidad.
  • YUPPIEs (Young Urban People): Aquí encontramos a los ejecutivos jóvenes y urbanos preocupados por la profesión y el dinero.
  • NYLONs (New York-London): Profesionales de relevancia que pasan su vida entre Nueva York y Londres.
  • LATs (Living Apart Together): Parejas estables que mantienen cada uno su residencia.
  • Singles: De acuerdo con el INE uno de cada cuatro hombres entre 40 y 44 años vive solo. Las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental a la hora de crear productos y servicios específicos para este segmento.
  • LOHAS (Lifestyle Of Health And Sustainability): Consumidores preocupados por cómo los alimentos y la cosmética afectan a la salud y al medioambiente.
Esta enumeración es meramente ejemplificativa, sin ningún ánimo de exhaustividad ya que también observamos a los viajeros de lujo, familias monoparentales, etc. Por tanto, vivimos en un mundo de marketing en constante cambio y que necesita vivir en una constante adaptación a los mismos.

Natalia.

domingo, 6 de marzo de 2016

La pirámide de las necesidades: Maslow también se cuela en marketing

Resulta que estábamos el otro día en clase de Fundamentos de Marketing en la universidad y tuve una especie de déjà vu cuando en medio de la clase salió la famosa pirámide de las necesidades de Maslow. No era la primera vez que había escuchado este concepto: en Selectividad me entró en el examen de Economía, en Comportamiento Organizacional como asignatura en la carrera volvió a entrar en examen e incluso en la optativa de Administración y Dirección de Empresas que cursé en segundo de carrera apareció en el trabajo final de la asignatura. Volviendo a mi déjà vu en clase de marketing aquel día, caí en la cuenta de que era bastante lógico que la teoría de Maslow apareciera en marketing pero nunca me había parado a pensarlo.

Partiendo de que la compra de un consumidor responde a una necesidad, a la búsqueda de una solución de un problema por medio de una motivación, entramos en un proceso de compra. El primer paso se basa en el reconocimiento del problema al percatarse de la carencia respecto a una necesidad. Pues bien, en este punto es donde aparece Maslow con su pirámide que explica de dónde vienen los impulsos del comportamiento humano. Preguntas como ¿por qué compramos unos productos y no otros? o ¿por qué se los compramos a unas marcas y no a otras? pueden ser respondidas desde el elemento de la publicidad dentro del marketing mix.

Las empresas conocen cómo nos comportamos y es útil utilizar a Maslow en este punto ya que según este autor, no vamos a comprar un producto que nos de seguridad o reconocimiento social si antes no hemos cubierto las necesidades básicas. De esta manera, la empresa adecuará los distintos elementos del marketing mix a cada escalón piramidal.

Por ejemplo, ¿qué diferencia existe suponiendo un mismo nivel adquisitivo entre un cliente de BMW y otro de Citroën? Miramos a Maslow y encontramos una respuesta inmediata: el cliente de Citroën satisface la necesidad básica de moverse por la ciudad, mientras que el cliente de BMW no solo satisface esa necesidad básica, sino que también atiende y satisface otras necesidades como la aceptación social y la autoestima.

Otro ejemplo lo encontramos con Coca-Cola. A simple vista parecería que nos situaríamos en el escalón más bajo de la pirámide al quitar la sed. Sin embargo, la empresa se beneficia de esta teoría y mediante sus exitosas campañas de publicidad se muestran cualidades que permiten potenciar la amistad y la pertenencia a un grupo, es decir, las llamadas necesidades sociales de Maslow.

La pirámide de Maslow categoriza las diferentes necesidades que son a la vez la base para al marketing al buscar satisfacerlas. En conclusión, no creo que sea la última vez que recurra a Maslow de aquí a final de carrera.
 
 

Natalia.